martes, 30 de julio de 2013

Tú, yo, tu voz, tus manos

" Querida, querida mía. Hace tiempo que no sé de ti. ¿Te encuentras bien, mi buena amiga? ¿Cómo te trata el mundo, ahora con tanta luz?
Espero que bien. Que todo muy bien. Que la luz no te ciegue, y al menos puedas leer por ti misma estas palabras.
Te extraño tanto, querida, por alguna razón.
Creí verte el otro día, pero ese no era tu vestido. Lo supe nomás pensarlo; tú nunca lo usarías. Tú no, querida mía.
Creí volver a miradas fijas, las nuestras, conversando además de las palabras. ¿Lo recuerdas? ¿Recuerdas nuestros pestañeos? Esos que conquistaban hombres, y los hacían sentir moribundos, casi en el cielo; como decíamos nosotras. Qué modestas, así de confiadas éramos.
Creí escuchar tu voz, pero me di cuenta que estaba dormida. Que era un recuerdo mal planteado. Tú nunca dirías esas cosas.
Creí sentir tus manos, pero, claro; no eras tú. Tú nunca me harías daño.
Y entonces recordé lo que nadie dijo, lo que se guardó sin preguntarse, porque no podía ser de otra forma. Te recordé a ti, y a mí, al mundo que nos miraba. Lo sentí como el presente, tan vivo como siempre. Lo viví una vez más, porque lo merecía.
Querida, querida mía. Sabes que nos extrañamos, que no sabernos nos consuela.
Aunque no sé por cuánto tiempo. "

Texto inspirado en: 

Algunos libros con secretos: 
Juego de tronos, de George R.R. Martin
Firelight, de Sophie Jordan
Deseos, de Kirsten Miller
 
Algunos libros sin secretos:
¿Existen libros sin secretos?

 ¡Hasta la próxima!

lunes, 22 de julio de 2013

Cara: las chicas fantasma son verdes - Ralf Leuther - Reseña

Hay un nuevo chico en el edificio, su nombre es Jonathan y extraña mucho al perro que no pudo llevar a vivir a la nueva casa por reglas de la administración. Pero en esta no tan feliz vida que comienza, las cosas cambian por completo cuando conoce a Cara, una niña muy especial, porque es verde y… una fantasma
Aunque en un principio Jonathan no está de acuerdo con las ideas de Cara, y por lo tanto sus acciones, en cuestiones de amistad los cambios suceden a penas se acepta la idea, y la amistad de estos dos se vuelve tan fuerte que no se echarán para atrás al vivir la más grande aventura de sus vidas, si es que todo sale bien. 
Puede ser peligroso, puede ser definitivo, podrían no conseguirlo a tiempo. Y esa aventura, lamentablemente, es demasiado complicada y llena de spoilers para contarla aquí. Tendrán que conformarse con saber que vale la pena, que es la historia misma. 
El mundo en el que crece Jonathan está bien dibujado como el de un niño, como un niño lo vería, aunque a momentos le falta buena parte. Sin embargo, dibujar el mundo de infancia no es el objetivo de este libro, sino adentrarnos en la resolución del misterio que al mismo tiempo lleva a los mejores momentos. Aquí había algo muy valioso y alguien lo robó, y es más importante de lo que cualquiera creería. 
Esta historia tiene muy buenos elementos, incrementados todos (los importantes) con el sentido del público al que está dirigido. Es infantil, sí, pero eso no significa que no pueda disfrutarlo cualquiera. Yo lo hice y estoy seguro que muchos más también. 
El puesto del villano viene de algunos adultos listillos, como siempre, que se encargan de bloquear el camino de unos niños con buenos motivos (y eso indigna tanto como un torero molestando a una vaquilla). 
La muy -totalmente- horrenda señora Krakenhuber, es solamente el primer nombre en la lista, pero sí: la peor. Estos dos chicos demuestran que la amistad puede ir más allá de la edad, la apariencia o hasta la condición. Algunos conceptos que crean la historia son bastante interesantes, todos ellos referentes a este tipo de fantasmas, aunque al mismo tiempo otros queden vacíos y formen parte de los huecos en la trama. Y es que, sea como sea, muchas cosas no pueden suceder solo porque sí, o responderse con una palabra, luego de llenar de curiosidad al lector, porque resulta muy cruel (¿O no?). 
Este libro se queda conmigo porque consiguió algo que no es fácil: hacer sentir los momentos a pesar de ser breves -el libro en general se lee muy rápido-, y dejar al lector con ganas de más (a mí). 
Cara: las chicas fantasma son verdes es una genuina historia de bien ganada amistad y lealtades totalmente correctas. Rompe las barreras establecidas pero convence de su originalidad y amplia los encantos. 
Para cuando ya no se necesitan tantos dibujos, pero sí un buen, muy buen, momento conociendo personajes que actúan casi como lo haría uno mismo. 
Creían saber lo que era un fantasma… pero estaban equivocados. 

La frase: 
-¡Pero tiene que haber alguna forma de entrar en esa casa! –Cara reflexionó unos instantes-. ¡Ya lo tengo! Encendemos una hoguera frente a su puerta y esperamos a que se queme. Es lo que hacían antiguamente cuando querían asaltar un castillo. 
-¡Tú alucinas! Es demasiado peligroso. Podríamos quemar el edificio entero. 
-¿Y si llamamos a la puerta? 

Cara: las chicas fantasmas son verdes, Ralf Leuther. 228 p. Alfaguara, 2013

¡Hasta la próxima!

miércoles, 10 de julio de 2013

El cumpleaños secreto - Kate Morton - Reseña

Las personas normales son consientes de su pasado, o al menos deberían serlo. Esta no es una historia de personas normales, pero al mismo tiempo lo es más que muchas otras, y de forma bastante apreciable. 
Laurel, la joven Laurel, vivía una vida de esperanzas y sueños para el futuro tan prometedores que no podían ser de otra manera. Una chica viviendo en una maravillosa casa llena de lo que una familia significa, pero que sin quererlo interfiere como observadora en un repentino crimen lleno de cercanía pero a la vez de desconocimiento. Aquel fue un cumpleaños con sucesos secretos, con recuerdos que nunca se rindieron en la mente de alguien más, y un listón que fue llevado por el viento. 
Esta, sin embargo no es la historia de Laurel, aunque ella entre en el escenario a partir de entonces. Esta es una larga novela multiplicada por los giros que da hasta que se cansa de ello. 
Gira en dos tiempos, pero varios pasados y un presente. Una, quiero creer que acierto, historia de misterio que apenas toca sus escenarios y se concentra en los sucesos. 
Dorothy, una muchacha que nunca se detuvo. Vivien, una mujer creada para vivir y superar tanto como fue posible. 
Así es este libro, tan impredecible hasta antes de cambiar la página anterior que me dio buenas y estilizadas noches antes de dormir. Eso porque me tardé más de lo necesario, y posible, en terminarlo que ya no es bueno negar mi temor a conocer el final
Temía conocerlo porque tardarme tanto involuntariamente en primer lugar contribuyó a que tomara mucho apego a la historia y a ciertos personajes que se lo merecían, y eso no se puede decir de la mayoría. Sabía que las cosas correrían por un camino que no me iba a gustar pero, pienso, eso solo contribuyó a perderme de cosas que de todas maneras no se podían cambiar, lógicamente. 
Ese efecto produjo en mí. Aunque a veces uno puede llegar a confundirse entre los cambios de presente a pasado (bien especificados) la verdad es que lo califiqué así porque el pasado es mejor que el presente, es la semilla, el primer brote y todo el crecimiento. Todo eso de un misterio que no comenzó aquella tarde de cumpleaños sino mucho antes, y que está destinado a retomarse mucho tiempo después en el futuro –la época actual-. 
Dicho eso tengo que aceptar mi buena aceptación hacia la novela y su complejidad, tanto como lo pude ser una vida en la época correcta. Se desarrolla rompiendo y creando esperanzas, acostumbrando y sorprendiendo; una y otra vez.
Tomando como escenario el Londres actual (o el del 2011), y uno bombardeado durante la segunda guerra (1941), casa alejadas y acogedoras (1959); lugares que aunque contribuyen a mejorar la capacidad visual de lo dicho tampoco es que parezcan demasiado importantes como para bajar la nota. 
La ahora crecida y exitosa Laurel se pone como meta resolver el misterio surgido de un recuerdo, y aunque uno como lector llegue a saber más de lo que ella descubre, no se le quita el merito ni la sinceridad de sus acciones, siempre alimentadas por una bastante aceptable curiosidad. 
Decía que esta historia es larga, pero no solo por pertenecer y seguir los pasos de tres mujeres, sino por los demás personajes que también tienen buena cabida en los complementos. Kate Morton sabe crear pensamientos en tercera persona e intima con su propia voz convenciendo al lector de continuar hasta el final y todavía desear más
Complementada con crecimiento, amor, estruendos, destino y temor; fue demasiado bueno para mí, aunque la forma en que Laurel resuelve el misterio no sea mi parte favorita. 
El cumpleaños secreto es una novela que crea su historia en su totalidad, la desarrolla y resuelve sin menciones especiales o palabras innecesaria. Con una narración feminista pero adaptable, ocupa un buen espacio en mí, lleno de entrega y aprecio
Una de las más claras experiencias sobre la realidad personal que este lector ha disfrutado. 
Muchas cosas pueden cambiar con el tiempo, pero no aquellas que ya fueron concluidas. O eso creen todos. 

La frase: 
De repente, Laurel pensó que cada ausencia de su vida, cada perdida y tristeza, cada pesadilla en la oscuridad, cada melancolía inexplicable adoptaba una forma tenebrosa de esa pregunta sin respuesta que la acompañaba desde que tenía dieciséis años: el secreto nunca mencionado de su madre. 
-¿Quién eres, Dorothy? –preguntó entre dientes-. ¿Quién eras antes de ser nuestra madre? 

El cumpleaños secreto, Kate Morton. 550 p. Suma de letras, 2013 

¡Hasta la próxima!

jueves, 4 de julio de 2013

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