lunes, 23 de septiembre de 2013

Anna vestida de sangre - Kendare Blake - Reseña

Para Cassio Lowood la oscuridad es su escenario, y no espera que deje de serlo. Él es lo que muchos llamarían un cazafantasmas, pero esa definición queda aún más en la fantasía cuando nos enteramos de lo que en verdad hace, cómo lo hace, y todo lo que eso le ha costado. 
Su labor es difícil. Requiere de mucha voluntad y tiempo libre. Cassio no tiene amigos (ni cree necesitarlos), ni novia, ni empleo. Al menos no uno como la gente común. Y eso que cazar fantasmas podría sonar a un muy buen negocio. 
Los fantasmas que heredó junto con un arma especial que lo ayuda a matarlos, son peligrosos, muchos sin saberlo. Con sus propias historias y muertes inesperadas. Son la muerte para quien no lo sabe. Acarrean inocentes con ellos, creen que lo merecen debido a su pasado. 
Hay algo bastante escabroso en esta historia, y no es solo que use el terror como género, sino cómo lo presenta. Cualquiera con mucha imaginación, o mínimo como la mía –que últimamente es poca-, se ve enganchado a la lectura en algunas partes y crea exitosamente el contexto con miedo que una historia como esta necesita para vivir. 
Pero la vida de nuestro extraño protagonista cambia cuando va en busca de lo que para muchos es un mito -como cualquier historia de fantasmas- pero que en su sitio de origen cae más bien en una verdad de la que no se habla. Va en busca de Anna, Anna vestida de sangre, como la conocen en aquel lugar. Una fantasma tan peligrosa que cualquiera que cruce la puerta de su casa abandonada tiene una muerte asegurada (y terrible). 
Puedo decir mucho de esta novela no tan larga. Que la sentí todo lo que me fue posible, que sí me dio miedo a momentos (porque leo siempre de noche y soy bastante paranoico), que Cassio y su familia fueron lo mejor de la historia y no lo esperaba así. 
Él puede ver a los fantasmas quién sabe por qué, además de su herencia; pero en realidad el problema no está en poder verlos, sino en matarlos. Y el problema no está tampoco en tener la capacidad de matarlos, sino en conseguirlo sin terminar con daños propios. 
La idea de estos fantasmas viene a alimentar más el concepto de cosas anormales que en últimos tiempos ya no son tan anormales, pero que si se piensan con detenimiento dan muchísimo que pensar. Algo parecido a aceptar que hay vida en otras parte del universo, pero de forma más cercana, algo personal para nosotros los humanos y nuestras creencias (seamos o no religiosos). 
Anna fue para mí un punto neutro, como la mayoría de los detalles fuera de la intención de hacernos imaginar el miedo. Tan neutral como las personas que se ven involucradas en los intentos por solucionar los problemas que surgen por Anna, y también por Cassio. 
Acepto que el que lo mejor no surgiera de donde yo esperaba sino de partes que toman por sorpresa es algo que me gusta. Pero acepto también la forma en que noté cómo la autora no pareció haberse esforzado tanto en mantener la originalidad o la sensación de oscuridad durante todo el libro. 
Aunque las partes buenas ganen a las malas en un sentido, tampoco es un libro muy largo como para bajar el ritmo. El tiempo pasa en una simple línea, pero lo que sucede -cuando sucede- da mucha curiosidad culposa, como sucede siempre con el terror. Se empeña en ser visual y lo consigue cuando se requiere
Me agradó cómo algunas cosas cambian el argumento, enfocando la atención en algo de momento más emocionante, pero no quedé conforme cómo sucede lo que el lector espera que suceda desde el principio. 
Anna vestida de sangre es una joven y entretenida novela de terror que no pretende demasiado, pero cumple con su cometido. Con el poder y el mal, todavía más grandes de lo que cabría esperar, engancha y apura al lector, lleno de la curiosidad que el género despierta. 
Perfecto para noches solitarias, para los asustadizos (como yo) pero sin sufrir graves ataques cardiacos ni pesadillas que necesiten terapia. Quedo a la espera de la segunda parte por todo lo bueno, queriendo que sea todavía mejor. 
Imposible no tomar el camino hacia Anna cuando lo tienes enfrente. 

La frase: 
Estoy empezando a preguntarme si no seguiré dormido. Entonces, por alguna razón, la voz de mi padre brota en mis oídos. 
-No tengas miedo de la oscuridad, Cas. Pero no dejes que te convenzan de que todo lo que hay ahí cuando está oscuro, existe también a plena luz del día. Porque no es así. 
Gracias, papá. Sencillamente, una de las escalofriantes perlas de sabiduría que poseías. 

Anna vestida de sangre, Kendare Blake. 333 p. Alfaguara, 2013 

¡Hasta la próxima!

1 comentario:

LittleReader dijo...

Me llama mucho desde hace un montón de tiempo *w* A ver cuando me hago con él >.<
Gracias por la reseña!

besitos<3